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Cuando el pueblo volvió al campamento, los ancianos israelitas preguntaron:

«¿Por qué permitió el Señor que los filisteos nos vencieran? Vayamos a Silo, donde está el arca del Señor. Ella tiene que acompañarnos siempre, para que nos salve de nuestros enemigos.»

Entonces el pueblo mandó traer de Silo el arca del pacto del Señor de los ejércitos, que habita entre los querubines.(A) Jofní y Finés, los dos hijos de Elí, resguardaban en Silo el arca del pacto de Dios.

Cuando el arca del pacto del Señor llegó al campamento, todo el pueblo de Israel gritó con tanto júbilo que la tierra se estremeció.

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